Lección 12—Los siete espectáculos
Apocalipsis 17.1–20.3
Así
como se juzgó a la gente impenitente de la tierra debido a su maldad, los
mayores perpetradores del mal encontrarán también su apropiada recompensa en el
calendario profético de Dios. Con detalles gráficos, Juan relata la
demostración dramática de lo demoníaco y Divino al juzgar Dios al anticristo,
al falso profeta, a Satanás y a los sistemas que controlan.
Apocalipsis
Cuando
el gran terremoto mundial de la última plaga arrasó las ciudades del mundo,
Juan llamó la atención a una ciudad en particular. ¿Cuál es? (Ap 16.19)
En
Apocalipsis 17 y 18 Juan vuelve a visitar esa destrucción y analiza en detalle
la caída de Babilonia, a la cual llama «BABILONIA LA GRANDE » y «LA MADRE DE LAS RAMERAS» (Ap
17.5). Esta referencia parece indicar que tiene hijas que también son
«rameras». Una ramera es una mujer que fornica por ganancia económica o
comercial.
Riqueza literaria
Han fornicado, porneuo;
Strong #4203: Compare «pornográfico»
y «pornografía». Tener coito sexual ilícito, ser infiel, prostituirse uno a sí
mismo. La palabra se emplea en sentido literal (Mc 10.19; 1 Co 6.18; 10.8; Ap
2.14, 20) y también metafóricamente, para describir fornicación espiritual, es
decir, idolatría (Ap 17.2; 18.3, 9).
¿En qué términos se
indica la influencia y autoridad de la mujer? (Véase Ap 17.1–2, 15.)
En Apocalipsis
17.3–6 se dice que esta ramera se sienta sobre una bestia con siete cabezas y
diez cuernos. ¿Cómo se relaciona esto con la descripción del dragón en el
capítulo doce (Ap 12.3) y la bestia que sale del mar en el capítulo 13? (Ap
13.1)
Esta mujer está
vestida de ropajes de realeza y prosperidad. ¿Cómo se contrasta eso con la
mujer piadosa descrita por Pablo en 1 Timoteo 2.9–10?
La riqueza de la
mujer se describe porque estaba «adornada de oro, de piedras preciosas y de
perlas». Compare esto con la admonición de Pedro a las mujeres piadosas (1 P
3.3).
¿Cómo nos ayudan
estas cuestiones gemelas de la inmoralidad e idolatría, que en el Antiguo
Testamento se las llama «abominaciones ante Dios» (1 R 14.22–24; 2 R 21), a
explicar el nombre que la misteriosa mujer llevaba en su frente?
¿Cómo se contrasta
esto con el nombre escrito en la frente de los 144,000 en Apocalipsis 14.1?
¿Qué indica que esta
«mujer», a quien se le llama «Babilonia» y «la madre de las rameras», ha estado
persiguiendo a los creyentes en Cristo Jesús? (cf. Ap 6.10; 16.5–6; 18.24)
En
Apocalipsis 17.7–11 el ángel le dice a Juan el significado detrás del misterio
(Ap 17.7) de algunos de estos símbolos. Enfoca a la bestia que tiene siete
cabezas y diez cuernos. El imperio de la bestia final representa a los siete
imperios bestiales previos, cinco de los cuales han surgido y desaparecido
(«cinco de ellos han caído»), «uno es», y el otro vendría en el futuro y
duraría «breve tiempo».
¿Qué
más sabemos acerca de este Cristo falso? Mencione lo que encuentra en estos
versículos:
• Ezequiel 38.2,
14–17
• Daniel 11.36
• Mateo 24.15–21
• 2 Tesalonicenses
2.2–4, 9
• Apocalipsis 12.13–17
• Apocalipsis 13.3,
12
• Apocalipsis 17.8
Los
diez cuernos en Apocalipsis 17.12–13 se dice que representan la federación de
diez naciones que le dará su poder y fuerza a la bestia (compárese Dn 7.23–24
con Ap 13.1). Unidos, se reunirán para hacer guerra contra el Cordero, tratando
de evitar que establezca su reino mesiánico universal (Ap 19.19). El Armagedón
decide su terrible destino.
La
mujer escarlata es tanto un sistema religioso como una ciudad (Ap 17.18) que
estará «sentada sobre una bestia» por un tiempo. Pero finalmente, cuando se
establezca la adoración de la bestia (Ap 13.4, 14–15), la coalición de reyes
luchará contra la opresión de su libertad y finanzas y reaccionará con
venganza.
¿Qué le harán?
(Véase Ap 17.16.)
¿Cómo encaja esto en
los planes de Dios? (v. 17)
Apocalipsis
En
Apocalipsis 17 vemos a Babilonia como un centro religioso, mientras que en el
capítulo 18 se ve en sus aspectos social y comercial. Un gobierno impío
destruyó a una iglesia sin Cristo en el capítulo 17, pero en el capítulo 18
Dios mismo destrona a este gobierno impío.
Los
primeros diez versículos de Apocalipsis 18 describen la caída de «Babilonia la
grande» desde la perspectiva de los amigos y aliados que lamentan su caída y
destrucción.
Los versículos 1–3
dan varias razones para la caída de Babilonia: Anótelas:
Los versículos 4 y 5
contienen un ruego al pueblo de Dios: «Salid de ella». Dios quiere proteger a
su pueblo así como quiere castigar a Babilonia. ¿Qué le sugiere esta referencia
con respecto a los santos que aún estén en el mundo durante esta fase del
período de la tribulación? ¿Por qué?
Babilonia está
recibiendo una doble porción de la ira de Dios en justa retribución por su ira
en contra del pueblo de Dios (Ap 18.6–8). ¿Con cuánta rapidez se le pagará
cuando este se ejecute? (vv. 8, 11).
Parece
que muchos lamentarán la caída de esta gran ciudad (Ap 18.9, 11, 15). Indique
cómo responderán por la caída de Babilonia cada uno de los siguientes afectados
(18.9–20):
• Los reyes de la
tierra:
• Los comerciantes
de la tierra:
• Los pilotos y
marineros del mundo:
• El cielo, junto
con los santos apóstoles y profetas:
Entre bastidores
«Cuando el libro de Apocalipsis se escribió, quizás Babilonia era una
especie de nombre en clave para la
Roma precristiana que estaba construida sobre siete colinas
(Ap 17.9) y que ya había perseguido a la Iglesia. Desde ese
tiempo, generaciones de cristianos han podido identificar sus propias
Babilonias y han hallado confianza en el mensaje de Apocalipsis».
Apocalipsis 19.1–10
Una
gran multitud en el cielo (la «iglesia triunfante») empieza a regocijarse por
la caída de Babilonia. Dos veces en esta expresión espontánea de alabanza se
usa la palabra «aleluya». En el Nuevo Testamento, esta palabra (que significa
«alabado sea el Señor») aparece sólo en este pasaje particular de alabanza.
En
Apocalipsis 19.5 surge una voz del trono amonestando a los santos a alabar al
Señor. ¡Entonces la gran multitud responde y se regocija!
¿Cuál es la base
para la bendición que se relata en Apocalipsis 19.9?
¿Cómo deberían los
santos pensar en los ángeles y relacionarse con ellos? (Véanse Ap 19.10; Col
2.18; Heb 1.13–14.)
Apocalipsis
19.7–9 relata la preparación de la
Esposa de Cristo para la cena de las bodas del Cordero. La
preparación del vestido nupcial de la novia también se presenta claramente en
la parábola de la fiesta de bodas en Mateo 22.1–14.
Información adicional
Es interesante notar que en este mismo capítulo se
hace mención a dos cenas. La primera es la de las bodas del Cordero (Ap
19.7–9). La otra es una cena que Dios preparará para las aves del cielo para
que consuman la carnicería después de la batalla del Armagedón (w. 17–18), en
la llanura de Jezreel, al este del monte Carmelo.
No es de sorprenderse que a Juan se le instruyó a que escribiera:
«Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero» (Ap
19.9).
Cristo
viene sobre un caballo blanco
Apocalipsis 19.11–16
Apocalipsis 19.11–16
En
lo que resta de Apocalipsis 19 se describe la emocionante Segunda Venida de
Jesucristo a la tierra. Las características, compañeros y conquistas del
Salvador que vuelve se dan como la culminación hacia la cual se ha estado
moviendo todo el libro de Apocalipsis.Jesús entró originalmente en Jerusalén
como el Mesías cabalgando en un humilde asno (Zac 9.9; Mt 21.1–11). ¡Esta vez
viene sobre un caballo blanco, símbolo de conquista y victoria!
¿Cuáles
son los cuatro nombres o títulos mencionados en Apocalipsis 19.11–16 para este
Jinete que cabalga un caballo blanco?
También se le
identifica por sus atributos, obras y compañeros. Anote estas cosas a
continuación:
Apocalipsis 19.17–19
Como
ya mencionamos, hay dos cenas diferentes que se indican en este capítulo. La primera
es la de las bodas del Cordero (Ap 19.7–9). La otra es la cena que Dios
preparará para las aves de la tierra, que vuelan en medio del cielo (vv.
17–18).
¿Cuál es el
propósito de esta «gran cena» preparada por Dios? (Véase y. 18.)
Apocalipsis 19.20–21
El
Jinete del caballo blanco procede a lidiar primero con los miembros de la
«trinidad impía». Mencione a los que «fueron lanzados vivos dentro de un lago
de fuego que arde con azufre»:
¿Qué hace Él con los
ejércitos de la tierra que se han identificado con los enemigos de Cristo?
Satanás
atado por mil años
Apocalipsis 20.1–3
Apocalipsis 20.1–3
¿Qué
restricción especial está reservada para Satanás? (Véase Ap 20.1–3.)
Haga una lista de
los nombres que se usan en el versículo 2 para identificar al maligno.
¿Por cuánto tiempo
se atará a Satanás? ¿Por qué?
¿Por qué, en su
opinión, será de nuevo puesto en libertad al final de ese tiempo? (Véanse 19.3;
20.7–10.)
Sondeo a profundidad
«Hay dos posiciones fundamentales sobre el reinado
de Cristo durante este período de 1.000 años o “Milenio”. La interpretación premilenial
sostiene que después de la victoria del cap. 19, Cristo establecerá un reino
terrenal, y reinará con los santos resucitados en paz y justicia por mil años,
que puede ser un lapso real de tiempo, o el símbolo de un período
indeterminado. Al final de este período Satanás dirigirá una última rebelión
que fracasará, y se iniciará la nueva época en el mundo por venir.
»La interpretación del milenio ya realizado
(también llamado “amilenial” o del “milenio presente”) sostiene que los mil
años simbolizan el período entre los dos advenimientos de Cristo, ya sea su
realización completa o progresiva. Según este punto de vista, el reino milenial
es espiritual, no un gobierno político de los santos, y tiene lugar con Cristo
ahora, no importa que el creyente esté en el cielo o en la tierra».
NOTA: Sin duda, el estudiante serio querrá examinar los ocho cuadros
que ilustran los varios puntos de vista premilenarista, posmilenarista y amilenarista,
que aparecen en las páginas 1698–1701 de la Biblia Plenitud.
Fe viva
Aun cuando es estimulante estudiar acerca del
reinado futuro de Cristo con sus santos aquí en la tierra, es importante
recordar que El es ahora el Rey de reyes y Señor de señores.
Jesús enseñé a sus discípulos que «el reino de Dios está entre
vosotros» (Lc 17.21). Al andar con Él en obediencia y santidad, su autoridad y
unción se nos transfiere para realizar las tareas de su Reino en su lugar (Is
61.1–3; Lc 4.18; Jn 1.16; 1 Jn 2.20, 27; 4.17). La plena consumación de su
Reino espera su regreso literal y físico. Hasta ese tiempo, sirvámosle usando
«las llaves del reino» que nos ha otorgado.
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