domingo, 13 de enero de 2013

HASTA EL FIN DE LOS TIEMPOS, 4

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Lección 4—Un panorama de
la profecia
Daniel 7.1–8.27
Alguien ha dicho: «¡La profecía es la historia escrita antes de que ocurra!»
Uno de los elementos emocionantes de la profecía bíblica es que predice con exactitud aspectos del futuro. Sólo Dios es omnisciente y conoce el futuro, pero ha querido revelar a través de los profetas su inmutable plan de redención para la historia humana durante el «tiempo de los gentiles».
Debido a que el profeta Daniel «tuvo entendimiento en toda visión y sueños» (Dn 1.17), pudo interpretar los sueños y visiones de otras personas. Pero también Dios lo usó especialmente para recibir y relatar cuatro visiones clave acerca de acontecimientos futuros que forman un tipo de panorama de profecía. Estos se relatan mediante una serie de señales y símbolos en los capítulos finales de sus escritos.
En Daniel 7 el profeta describe las cuatro naciones que vio antes en la imagen, en el sueño de Nabucodonosor, como bestias que surgen del mar. La descripción y perspectiva son diferentes, pero las mismas naciones están a la vista. El sueño de Nabucodonosor detalló la historia gentil mundial desde la perspectiva humana, en tanto que Daniel percibió estos «tiempos de los gentiles» desde el punto aventajado de Dios.
Como los cuatro metales de la imagen de Daniel 2, las cuatro bestias del capítulo 7 representan cuatro imperios mundiales. En una visión afín, Daniel predice acontecimientos venideros y el clímax del conflicto entre las superpotencias mundiales (cap. 8). Así, las profecías de Daniel 2, 7 y 8 son paralelas entre sí en su alcance universal y secuencia específica.
      De un vistazo
Imperio
Imagen del sueño
Visiones de Daniel
mundial
de Nabucodonosor
primera
segunda
Babilonia
(606–538 a.C.)
Cabeza de oro
(2.32, 37–38)
León
(7.4)

Media y Persia
(538–331 a.C.)
Pecho, brazos
de plata (2.32, 39)
Oso
(7.5)
Carnero
(8.3–4, 20)
Grecia
(331–146 a.C.)
Vientre, musios de
bronce (2.32, 39)
Leopardo
(7.6)
Macho cardio con
un cuermo
(8.5–8, 21)
Cuatro cuemos
(8.8, 22)
Cuerno pequeño
(8.9–14)
Roma
(146 a.C.–476 d.C.)
Piemas de hierro
Pies de hierro
y barro
(2.33, 40–41)
Bestia fuerte
(7.7, 11, 19, 23)


        Fe viva
¿Cómo quedó afectado Daniel emocional y físicamente por sus visiones? (Véase Dn 7.15, 28; 8.17, 18, 27; 10.8)
Algunas personas parecen adquirir «orgullo religioso» cuando captan cierto conocimiento de la profecía bíblica. ¿Cómo deberíamos responder cuando comprendemos la palabra profética de Dios?
Haga una lista de la instrucción práctica que Jesús dio con predicción profética en estos versículos:
Mateo 24.42–44; 25.13
Mateo 25.1–13
      Información adicional
Una comparación de Daniel 2 y 7 con Apocalipsis 13.1–4 indica a los dispensacionalistas que el cuarto imperio, Roma, nunca fue totalmente destruido. Sólo llegó a su fin la forma imperial de sus poderes social y político. Muchos piensan que hacia el final de los «postreros días» la Roma imperial se volverá a restaurar de alguna manera y la gobernará «la bestia», el anticristo apocalíptico que recibirá su poder del mismo Satanás.
Visión de las cuatro bestias
Daniel 7.1–8
En Daniel 7–12, el profeta relata cuatro visiones clave acerca de sucesos futuros. Estos no necesariamente encajan en el orden cronológico con los sucesos en los capítulos precedentes. Por ejemplo, en el capítulo 7 «el sueño de Daniel debe haber tenido lugar alrededor del 550 a.C., unos 10 años antes de los acontecimientos narrados en el capítulo 5».
En Daniel 7 tenemos en realidad cuatro visiones. La primera se ve en los versículos 2–6. La escena es de una considerable tormenta que surge del «gran mar», resultando en la aparición de una gran bestia que surge del mar después de cada tormenta.
Los cuatro vientos y
las cuatro bestias del gran mar
Daniel 7.2–8
La visión de Daniel muestra la historia humana en conflicto. «Cuatro» es un número que a menudo se usa en referencia a las cosas de esta tierra: «cuatro estaciones», «cuatro puntos cardinales», etc. En los pasajes simbólicos, «vientos» se refieren a guerra, conflictos, actividad demoníaca y juicios de Dios (vv. 1–3; 8.7–13 con Jer 25.32–33; Ap 7.1–3). Finalmente, a menudo en los pasajes simbólicos las «bestias» se ven representando reinos (Dn 7.17, 23–24; 8.20–23; Ap 17.8–11) y sus gobernantes (Ap 11.7; 13.18; 17.8). Cada bestia, surgiendo del mar, tipifica un gran imperio mundial que aparece para correr su curso.
Enlace los detalles de las visiones de Daniel de animales salvajes (7.4–8) con la bestia apropiada: el león, el oso, el leopardo y la «bestia espantosa».
Detalle de
la visión
Bestia
correspondiente
Ojos humanos
Cuatro cabezas
Alas de águila
Boca que habla palabras pomposas
Se le dio corazón de hombre
Dientes de hierro
Tres costillas en su boca
Diez cuernos
Cuerno pequeño
Cuatro alas de ave en su espalda

La visión del quinto reino: El Reino de Dios
Daniel 7.9–14
El contexto liga a los cuatro poderes mundiales gentiles con un reino literal, terrenal de Dios, que les sigue.
¿Qué título usa Daniel para presentar el concepto de la Trinidad? Dn 7.9, 13 y 22.
El primero muestra a Dios en su trono, juzgando a los grandes imperios mundiales de los días de Daniel. El segundo es el Señor Jesús viniendo en las nubes del cielo (y. 13) en busca de su legítima herencia terrenal de su Padre, el Anciano de días.
¿Cómo lo predicen las siguientes personas?
David (Sal. 2.6–9)
Gabriel (Lc 1.32)
Jesús (Mc 14.61–62)
      Información adicional
Cada vez que Jesús se refirió a sí mismo como «el Hijo del Hombre», se alineaba a propósito con la profecía de Daniel acerca de la venida del Mesías (Mt. 16.27–28; 19.28; 25.31; 26.64). Compare la visión de Daniel de la coronación de Cristo con su contrapartida en Apocalipsis 4 y 5:
Dn 7.13–14
Ap 4.2b–4; 10b,14
Ap 5.1a, 4, 5,
7, 12, 13

Se interpreta la visión de Daniel
Daniel 7.15–28
¿Quién va a poseer el reino y por cuánto tiempo? (Dn 7.18, 27)
Identifique los diversos «santos» de los siglos en los siguientes versículos e indique si piensa que estarán incluidos en «el reino hasta el siglo, eternamente y para siempre»:
Salmo 34.9a
Salmo 116.15
Salmo 149.1
1 Corintios 1.2a
Apocalipsis 20.4
Se dice que el «cuerno pequeño» perseguirá (literalmente «agotará») a los santos del Altísimo. Esto parece sugerir aflicción mental y provocación circunstancial más que daño físico. ¿Cómo se compara esto con los sufrimientos durante la Gran Tribulación? (Véanse Ap 7.4–17; 12.13–17.)
¿Cómo podemos aplicar Daniel 7.21–22 a nuestra guerra espiritual?
¿Qué revela este pasaje de las Escrituras respecto a la estrategia de Satanás contra todos los creyentes?
¿Cómo podemos prepararnos para la adversidad espiritual?
¿A quién más se le promete un lugar en el Reino? ¿En base a qué? (Véanse Mt 19.28; Ro 4.3, 21–25; 2 Co 5.21.)
¿Quién le ayudó a Daniel a interpretar el significado de las cuatro bestias? (Véase Dn 7.16 y compárese con Dn 8.16; 9.21.)
¿Qué simbolizan los diez cuernos (Dn 7.7–8, 23, 24)? Compare estos cuernos con los mencionados en Apocalipsis 13 y 17.
¿Cuándo surgirá el «cuerno pequeño» (Dn 7.8) en la escena política? (Véase 7.24–25; Ap 17.8–11.)
¿Por cuánto tiempo se manifestará la intensa persecución contra los «santos del Altísimo» y tratarán de cambiar los tiempos y la ley (Dn 7.25)? Compare la duración de su breve carrera con Apocalipsis 11.2–3; 12.6, 14; 13.5.
¿Qué causara el fin súbito y desastroso de su carrera? (Dn 7.26–27)
      Sondeo a profundidad
«La profecía [de Dn 7.21, 22] revela la presente era del reino, en la que se desarrolla una lucha constante; con una victoria tras otra para la Iglesia. Pero su triunfo final aguarda el regreso de Cristo.
»Esta profecía también pone sobre una balanza la cuestión de la soberanía divina y la responsabilidad humana: (1) La soberanía de Dios logra la victoria fundamental (y. 22) y conquista en la cruz el triunfo decisivo, que permite a los santos recibir el reino. (2) Dios confía la responsabilidad de esta lucha a los suyos, para que recibieran el reino en medio de una batalla contra el adversario. Pero, en ocasiones, los santos sufrirán aparentes derrotas (y. 26). (3) Sin embargo, se acercan a la victoria mientras avanzan hacia el “juicio” (vv. 22, 26) y se apoderan de dominios controlados por la maldad. Estos le arrebatan el dominio a los poderes infernales y continúan en guerra hasta que se siente sobre su trono el Hijo del Hombre (w. 14, 27).
»Los sistemas proféticos difieren sobre cómo y cuándo se cumplen estas palabras en el calendario de la historia de la Iglesia, porque el pasaje se presta para distintos esquemas de interpretación, cada uno de los cuales propone una cronología distinta. Pero el hecho fundamental permanece: una lucha prolongada entre “los santos” y el poder del mal en el mundo reclama de cada creyente una posición firme en medio de una serie de victorias parciales y derrotas transitorias. La consumación del triunfo final anticipa la venida de Cristo. Mientras tanto, “recibimos”’ el reino y buscamos victorias para nuestro Rey, gracias a su poder, logrando intermitentes victorias, todas basadas “en el juicio”’ dispensado por medio de la cruz. (Véanse 1 P 2.9 y Ap 12.10, 11.)»
La visión del cordero y del macho cabrío
Daniel 8.1–14
Dos años después de las visiones sobre las cuatro bestias, Daniel vio otra visión que le dio información adicional sobre algunos asuntos clave. El tiempo de esta visión fue al final del reinado de Belsasar (aproximadamente 547 a.C.) y corresponde a los sucesos dramáticos del quinto capítulo de Daniel.
La sección histórica anterior, Daniel 2.4 hasta 7.28, se escribió en arameo, el lenguaje comercial del mundo gentil de esa época. Tal vez el profeta usó aquí el arameo para enfatizar los destinos de las naciones gentiles: surgimiento, progreso, declinación y colapso. Daniel 8–12, sin embargo, enfatiza el destino del pueblo hebreo. Estos capítulos enfocan la historia humana en su relación a los judíos; y el lenguaje original del texto es apropiadamente hebreo.
En la visión de Daniel 8.1–14, se lleva a Daniel al palacio en Susa, la capital de invierno de los reyes persas, alrededor de quinientos kilómetros al este de Babilonia. El «río Ulai» (y. 2) era en realidad un canal de irrigación que corría hacia el noroeste de la ciudad entre los ríos Querka y Abdizful. Allí ve una batalla entre un carnero con dos cuernos y un macho cabrío con un cuerno.
Describa los rasgos únicos del carnero en los versículos 4 y 5.
¿De dónde vino el macho cabrío y qué ocurrió cuando se enfrentó al carnero?
¿Qué ocurrió después que se quebró el poderoso cuerno del macho cabrío? (y. 8)
      Entre bastidores
«La ruptura del cuerno notable [y. 8] era una referencia a la muerte prematura de Alejandro en el pináculo de su fuerza en el 323 a.C. Su reino se dividió entre sus cuatro generales (llamados los diadoqui, griego, “sucesores”) Tolomeo, Casandro, Lisímaco y Seleuco 1, los cuatro cuernos que surgieron en lugar de Alejandro. Lisímaco recibió Tracia y Bitinia, Casando tomó Macedonia y Grecia, Seleuco 1 recibió Siria, Babilonia y el Oriente hasta la India, mientras que Tolomeo recibió Egipto, Palestina y Arabia».
De Siria vino Antíoco IV, apodado Epífanes (griego: «Dios manifiesto»). Gobernó Siria desde el 175 a.C. hasta el 163 a.C. y persiguió a los judíos y profanó su templo, llegando a conocerse como el anticristo del Antiguo Testamento.
«En feroz represalia contra los judíos Antíoco atacó Jerusalén, matando cincuenta mil hombres, mujeres y niños. Vendió otros cuarenta mil como esclavos. El templo se dedicó a Júpiter Olimpo; y en el gran altar de bronce ofreció un cerdo, cuyos jugos se rociaron liberalmente por todos los recintos del templo. Usó prostitutas en el templo para celebrar la Saturnalia y prohibió la observancia del sabat, la lectura de las Escrituras y la circuncisión. Al parecer, los versículos 10–12 se refieren a esto. No es poca la sorpresa de que a Antíoco también se le llamó Epimanes, es decir, “Antíoco el loco”».
«La interpretación clásica identifica a este “pequeño cuerno” con el mencionado en 7.8, mientras la interpretación dispensacionalista no lo haceR.
Los historiados identifican a Antíoco Epífanes deteniendo los sacrificios en el templo judío en Jerusalén a principios de septiembre de 171 a.C. El 15 de diciembre de 168 a.C. profanó el templo sacrificando el cerdo en lo que los judíos llamaron la «abominación desoladora». La revuelta judía que siguió, dirigida por Judas Macabeo («martillo»), se describe en dos libros apócrifos: 1 y 2 Macabeos.
Finalmente, en diciembre de 165 a.C., los patriotas judíos limpiaron y rededicaron el templo que Antíoco profanó. Es interesante notar que al calcular hacia atrás dos mil trescientos días (Dn 8.14) uno llega al período del 171 a.C., cuando Antíoco empezó a acosar a los judíos.
Más adelante, la celebración de la purificación del templo llegó a ser la festividad judía conocida como Fiesta de la Dedicación (Jn 10.22). Hoy se conoce como Hanukah y la Fiesta de las Luces.
Algunos intérpretes religiosos han tomado los dos mil trescientos días (literalmente «nochesmañanas», tal vez refiriéndose a los sacrificios de la mañana y de la noche) como queriendo decir años y han tratado de llegar al año de la venida de Cristo. En cada caso han quedado abochornados por sus predicciones equivocadas.
De acuerdo a Daniel 8.14–15, ¿cuánto tiempo eliminará el «cuerno pequeño» los sacrificios en el templo judío en Jerusalén?
Convierta la respuesta a un período de años, meses y días.
Compare este período con el mencionado en Apocalipsis 12.14. ¿Qué hay de significativo en esta comparación?
Se interpreta la visión
Daniel
8.15–24
¿Qué período simboliza la visión del carnero y del macho cabrío? (Dn 8.17, 19)
¿A qué reyes representa el cordero con dos cuernos? (y. 20)
¿A qué potencia mundial representa el macho cabrío? (y. 21)
¿Cuándo llegará al poder el «cuerno pequeño»? (vv. 9–12, 22–23)
Quizás Antíoco Epifanes fue el «cuerno pequeño» histórico, pero hay todavía un «cuerno pequeño» profético (el anticristo) que hará todo lo que su precursor hizo y mucho más. Véase Apocalipsis 12, 13 y 19, y escriba una lista con las similitudes del «cuerno pequeño» de Daniel 8.9–20, 23–27.
Compare la instrucción dada a Daniel en 8.26 con las que se dan en 12.4.
Cerrar y sellar una visión era un rasgo común en la literatura apocalíptica (Is 8.16). Su significado se aclara en Apocalipsis.
¿Por qué piensa que Daniel se debilitó y enfermó después de oír la interpretación de la visión? Analice Daniel 9.3; 10.2 y 3 antes de contestar.
Toda verdad bíblica, incluyendo la profecía, tiene el propósito de hacer del creyente una persona madura, plenamente preparada para toda buena obra (2 Ti 3.16–17). Antes de avanzar más, haga una pausa de unos pocos minutos y ore que el Espíritu Santo aplique a su vida lo que ha estudiado hasta aquí. Ahora, haga una lista de todas las percepciones y aplicaciones prácticas que pueda.
      Fe viva
Daniel dijo que quedó quebrantado con estas visiones. Sin embargo, «nadie las entendió». En otras palabras, no contó las visiones a otras personas ni trató de explicar por qué se había enfermado (Dn 7.28; 8.27).
«La sabiduría es necesaria para desarrollar las potencialidades individuales. El hombre sabio espiritualmente sabe cuándo debe y cuándo no debe hablar de cosas que ha visto y sabe cuándo debe renunciar a ciertas experiencias espirituales».
Algunos de los secretos y visiones de Dios son para meditar y no para proclamar (Lc 2.19, 51). Contar los secretos de Dios con imprudencia o para ganar la estimación de otros puede hacer que El no se los dé en el futuro.

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