20-El Movimiento de Restauración: Thomas Campbell, núm. 2

Búsqueda de la iglesia neotestamentaría
El Movimiento de Restauración: Thomas Campbell, núm. 2

En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros (Juan 13.35).

En una reunión sostenida el 17 de agosto de1809, un pequeño grupo de hombres, que incluía a Thomas Campbell, formó la «Asociación Cristiana de Washington». No era esta una iglesia, sino una organización para la promoción de la unidad cristiana. Los miembros de este grupo todavía no habían alcanzado un concepto pleno de la restauración de la iglesia neotestamentaría, pero iban en ese camino. Apenas se formó la Asociación, hubo necesidad de un lugar de reuniones. Se erigió una cabina de troncos en la hacienda Sin clair, a cinco kilómetros de Mt. Pleasant, sobre el camino que llevaba a Washington, Pennsylvania.

Fue durante este tiempo que Campbell escribió su famosa «Declaración y Alocución», un documento de más de 30.000 palabras. Sus puntos más importantes pueden resumirse como sigue:

1. La unidad de la iglesia: «que la iglesia de Cristo sobre la tierra es una sola en esencia, en propósito y en constitución».
2. La comunión cristiana: «que a pesar deque debe haber congregaciones locales separadas, todas deben ser una sola, sin cismas ni discordias».
3. Las condiciones de comunión: «que no se exija nada a los cristianos, como por ejemplo, artículos de fe, excepto aquello que enseña y exige expresamente la palabra de Dios».
4. «Que el Nuevo Testamento es autoridad suprema para los cristianos en todos los asuntos de fe y de práctica».
El documento recibió la aprobación general de la Asociación y se ordenó su impresión en septiembre de 1809. Los principios expresados en la «Declaración y Alocución» fueron resumidos en un lema adoptado por Campbell: «En fe, unidad;en opinión, libertad; y en todas las cosas, caridad».

Cuando Campbell y sus asociados renunciaron a su lealtad a credos y anunciaron su propósito de ser guiados por el Nuevo Testamento solamente, no estaban conscientes de lo que ya habían hecho hombres como James O’Kelly, Elias Smith, Abner Jones y Barton W. Stone. No obstante, ellos estaban dando pasos en la misma dirección.

Hubo creyentes independientes que organizaron una congregación en Brush Run, Pennsylvania, en 1811. Durante varios meses, adoraron juntos, sin estar afiliados a ninguna denominación. La congregación de Brush Run erigió un pequeño edificio de madera sobre la hacienda de William Gilcrist cerca de Middletown, Pennsylvania. El primer servicio
Se llevó a cabo allí el 18 de junio de 1811, cuando todavía no habían acabado de construir el interior.

Por algún tiempo, el tema del bautismo fue un problema para Campbell. Al comienzo, él creía que este era un asunto para el cual había que tener mucha paciencia, y no se debía considerar que fuera una cuestión muy importante. Más adelante, su hijo Alexander le cuestionó si el seguir los principios de la Declaración y Alocución significaba renunciar al bautismo de infantes. Con el tiempo, Thomas reconoció que ninguna enseñanza o precedente de la Biblia autorizaba el bautismo de infantes. No obstante, no veía razón para que un adulto «saliera de la iglesia tan solo para volver a entrar en ella».

Aunque Thomas Campbell jamás había sidos umergido, él sí sumergió a tres el 4 de julio de1811, en Buffalo Creek. Thomas se puso en pie sobre una raíz, quedando los candidatos en posición de ser bautizados y con el agua que les llegaba hasta los hombros, a quienes sumergió empujando de modo que quedaran sumergidos.
Cuando hizo esto, dijo a cada uno de ellos las siguientes palabras: «Yo te bautizo en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo».

Era una decisión difícil de tomar para Thomas después de servir veintitrés años como ministro presbiteriano, pero él mismo fue bautizado el 12de junio de 1812, por un predicador bautista llamado Matthias Luce. Luce, los Campbell y los que fueron bautizados con estos, entendían que no era en la iglesia Bautista que estaban siendo bautizados, sino que en Cristo. En total, fueron siete personas las que se bautizaron ese día en un servicio que duró siete horas. En pocas semanas, la mayoría de los treinta miembros de la congregación de Brush Run fueron sumergidos por Thomas Campbell después de una sencilla confesión de fe.
Los que no fueron bautizados llegaron a la conclusión de que debían trasladarse a otro lugar. Como era de esperar, se suscitó oposición en contra de los miembros de la congregación de Brush Run. En una o dos ocasiones, Cambell fue objeto de interrupciones por parte de disidentes mientras estaba bautizando personas.
En 1815, Thomas Campbell se mudó a Pittsburgh, Pennsylvania, para dirigir una exitosa escuela. Entre los estudiantes estaba Robert Richardson, quien más adelante llegó a ser el biógrafo de Alexander Campbell. Thomas plantó una pequeña congregación en Pittsburgh, y los miembros se reunían en el edificio de la escuela.

En el otoño de 1817, Thomas se mudó a Newport, Kentucky, al otro lado del río Ohio, desde Cincinatti, Ohio. Durante casi dos años, las cosas funcionaron muy bien. Luego comenzó a enseñar la Biblia a varios esclavos que se reunían los domingos por la tarde en el edificio de la escuela. Algunos de la comunidad reaccionaron desfavorablemente a esta práctica. Thomas tomó la decisión de salir de Newport y se mudó a Bethany, West Virgina, en el otoño de 1819. Estando allí, ayudó a Alexander con una pequeña escuela, el Buffalo Seminary. A menudo hacía giras de predicación hacia el oeste de Pennsylvania y de Ohio.A la edad de ochenta y tres años, Thomas Campbell todavía viajaba entre las congregaciones. Aunque llegó a quedar completamente ciego, sumente se conservó lúcida. Amigos y familiares le leían las Escrituras e himnos. Thomas predicó un «sermón de despedida» en Bethany el domingo 1 de junio de 1851, cuando tenía ochenta y ocho años de edad. El tema fue «Los dos grandes mandamientos»,
y se basó en Mateo 22.37–40. En ausencia de Alexander, W. K. Pendleton transcribió el mensaje en su totalidad.

Thomas murió el 4 de enero de 1854. Justo antes de su muerte, él dijo a Alexander: «Voy a casa y pasaré el Jordán». Fue sepultado frente a la casa Campbell en Bethany. Su hijo escribió más adelante, acerca de él: «No conocí hombre alguno, de todos los hombres que conozco, de quien se podría decir con más certeza, que él anduvo con Dios».

Después de esto, estudiaremos la vida de Alexander Campbell, que trabajó incansablemente para ayudar en la restauración de la iglesia neotestamentaría