martes, 9 de marzo de 2010

14-Dirigentes del movimiento de restauración en los Estados Unidos

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Búsqueda de la iglesia neotestamentaría
Dirigentes del movimiento de restauración en los Estados Unidos


Y éstos eran más nobles […] pues [escudriñaban] cada día las Escrituras para versi estas cosas eran así (Hechos 17.11).

La trascendencia de la obra que llevaron acabo los dirigentes de la restauración en el siglo diecinueve, reside en aquello en lo cual estaban fijando su mirada. El movimiento hacía énfasis en desechar todos los elementos añadidos por el ser humano, y en acatar solamente las Escrituras. Los precursores de la restauración avanzaron por un territorio inexplorado. Ellos despejaron sendas que otros pudieron seguir más adelante.



JAMES O’ KELLY

James O’Kelly (1735–1826), de ascendencia irlandesa, emergió como dirigente en un momento de fuerte oposición a Francis Asbury, que había sido nombrado como uno de dos superintendentes de la Iglesia Metodista. O’Kelly era un hombre lleno de gran entusiasmo, y se entregaba a la oración y al ayuno. Abogaba por la santidad y defendía con eficacia la doctrina metodista.

Él había escuchado atentamente a los predicadores metodistas que viajaban por el condado de Cedar Creek, de Virginia, en 1775. También había escuchado la lectura de sermones que habían sido escritos por John Wesley en Inglaterra. O’Kelly estaba impresionado por la completa suficiencia de las Escrituras. La aseveración de Wesley, cuando dijo:
«Seremos sencillamente cristianos», agradó a O’Kelly. Como a mitad de la Guerra de Independencia, O’Kelly comenzó a predicar para los metodistas.

La influencia de Asbury se percibía en todo lugar. En Virginia del Sur y en Carolina del Norte, donde O’Kelly viajaba y predicaba, la impresión generalizada era en el sentido de que Asbury era un tirano. La ley de Asbury era «pague, ore y obedezca», y esto no caía bien a los laicos. A raíz de esto, creció la tensión, especialmente entre O’Kelly y Asbury.

Cuando se reunió la Conferencia de Virginia de los metodistas, el 18 de mayo de 1779, O’Kelly y otros, estaban procurando separarse de la IglesiaAnglicana.

Durante los cinco años que siguieron, O’Kelly se vio discrepando continuamente con Asbury. Para la fecha de la Conferencia de Navidad en Baltimore, el 25 de diciembre de 1784, se reconoció a O’Kelly como dirigente contra los puntos de vista de Asbury.
Una semana después de la Conferencia, O’Kelly y doce más fueron constituidos como ancianos por Thomas Coke, el otro superintendente de la Iglesia Metodista.

El 1ero de noviembre de 1792, la Conferencia General se reunió en Baltimore. O’Kelly propuso una moción en el sentido de que se diera a los predicadores el derecho de apelar a la conferencia, sino les agradaban las asignaciones para predicar. Se produjo un intenso debate que duró tres días. Cuando O’Kelly al final perdió, él y sus seguidores anunciaron que no continuarían con la Conferencia. Entre los que se mantuvieron en pie con O’Kelly, estaban Rice Haggard, John Allen, John Robertson y William McKendree. Más adelante, O’Kelly y Haggard llevaron adelante los principios de la reforma. Poco después, O’Kelly y otros se reunieron en Reese Chapel, en el condado de Charlotte, Virginia. Ellos presentaron una petición a los metodistas en la que les pedían unirse con base en ciertas enmiendas. Los metodistas rehusaron. Luego se llevó a cabo otra reunión en el condado de Chesterfield, Virginia, el1ero de agosto de 1793. En esta ocasión los metodistas le pidieron a Asbury que se reuniera en una conferencia para examinar a la luz de las Escrituras, el gobierno de la Iglesia Episcopal Metodista. Asbury rehusó reunirse con ellos. El 25 de diciembre de 1793, se llevó a cabo otra conferencia en el condado de Powhaton, Virginia. En esta conferencia, el grupo decidió romper todos los lazos que le unían a la Iglesia Episcopal Metodista. Se autodenominaron «Metodistas Republicanos», para dar a entender la libertad de ellos.

La siguiente reunión general del grupo de O’Kelly, y la más importante, se llevó a cabo el 4 de agosto de 1794, en Old Lebanon, en el condado de Surry, Virginia. Se había constituido un comité de siete miembros, para concebir un plan de gobierno de la iglesia. Al final decidieron hacer a un lado todos los manuscritos y regirse por la Biblia únicamente.
Rice Haggard se puso de pie, Biblia en mano, y dijo: «Hermanos, esta es suficiente regla de fe y práctica. Por medio de ella se nos dice que los discípulos fueron llamados cristianos, y propongo que de ahora en adelante y para siempre, los seguidores de Cristo sean conocidos como cristianos solamente». Después de la aseveración de Haggard, un hombre de Carolina del Norte se puso de pie y propuso que ellos tomaran la Biblia misma como único credo. Este rompimiento con la conferencia por lo general se le conoce en la historia de la iglesia como «la secesión O’Kelly». Más de seis mil personas formaron parte de esta «secesión».

Con base en las anteriores dos mociones, el movimiento O’Kelly concibió lo que se llegó a conocer como «Los cinco principios cardinales de la iglesia cristiana»:

1. El Señor Jesucristo es la única Cabeza de la Iglesia.
2. El uso del apelativo «cristiano», quedando excluidos todos los nombres facciosos y sectarios.
3. La Santa Biblia, o las Escrituras del Antiguo y del Nuevo Testamento, constituyen nuestro único credo, y suficiente regla de fe y práctica.
4. El carácter cristiano, o la piedad vital, constituyen el único criterio para decidir la comunión y la membresía.
5.
El derecho a su propia opinión, y a la libertad de conciencia, son privilegio y deber de todos. En 1801, los «metodistas republicanos» dejaron de llamarse de este modo y comenzaron a ser conocidos como Iglesia Cristiana, con el fin de ser identificados por el nombre con que se llamó a los discípulos en Hechos 11.26, Hechos 26.28 y 1era Pedro 4.16. Algunos estiman que, para 1809, el grupo dirigido por O’Kelly, tenía una membresía de veinte mil.

En el siglo diecinueve, se había extendido en los Estados Unidos un espíritu de libertad. Los pioneros de la restauración se declararon libres de credos y doctrinas de concepción humana, al rechazar practicase eclesiásticas opresivas. Comenzaron a escudriñar la Biblia para encontrar las enseñanzas sobre la salvación y la iglesia. Estos hombres tomaron la determinación de restaurar la práctica de los principios divinos que guiaban la iglesia neotestamentaria. Analicemos los esfuerzos de dos predicadores de los estados deNueva Inglaterra, a medida que ellos avanzaron hacia la restauración.

ELÍAS SMITH (1769–1846)

Si bien la restauración se estaba propagando entre los metodistas en Virginia y en Carolina del Norte, también se estaban realizando progresos entre los Bautistas de Vermont y de New Hampshire. Uno de los dirigentes restauracionistas del norte, fue Elías Smith.

Smith era tan solo un muchacho durante la Guerra de Independencia, pero él creció con un deseo de libertad. Ese anhelo de libertad influía en sus puntos de vista religiosos; Smith se oponía a la tiranía de los credos humanos.

Aun siendo muchacho, Elías se preocupaba por sus pecados. Su libro de ortografía contenía una forma de oración. Él tomaba su libro y salía a hurtadillas al granero donde lloraba y oraba. Siendojoven, recibió contra su voluntad, «el sello del pacto», esto es, se le roció agua, en la iglesia «Nueva Luz Congregaciónalista».

En 1789, mientras vivía en Connecticut, Smith llegó a inquietarse en gran manera por el bautismo. Después de considerable estudio, llegó a convencerse de que solamente los creyentes cumplen los requisitos para ser bautizados. También llegó a la conclusión deque la única forma bíblica de llevar a cabo el bautismo consistía en sumergir a la persona en agua.

Durante una reunión de la Iglesia Bautista, enWoodstock, Connecticut, Smith fue bautizado por William Grow en Queechy Creek. El bautismo fue llevado a cabo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, de conformidad con Mateo 28.18–20. De conformidad con la enseñanza de esta denominación, Smith era ahora cristiano, pero todavía no era bautista: tenía que cumplir cuatro requisitos:

1. Debe dar razón de su esperanza en Cristo.
2. Debe bautizarse.
3. Debe aceptar los Artículos de Fe y el Pacto de laIglesia.
4. Debe ser aprobado por votación.
Smith había cumplido los primeros dos requisitos. Cuando se sometió a los dos requisitos que le faltaban, llegó a ser miembro de la Segunda Iglesia Bautista. Algunos años después, Smith desconoció los Artículos de Fe porque contenían la enseñanza calvinista de «“la elección especial”, esto es, que Cristo murió por los elegidos».

En 1789, Smith comenzó a prepararse para ser predicador de la Iglesia Bautista. William Grow le proporcionó un libro de sermones y un ejemplar de la Concordancia de Cruden. En 1801 se mudó a Salisbury, New Hampshire. Para este tiempo,tuvo sus dudas acerca de ciertas doctrinas de la
Iglesia Bautista, especialmente de las ideas del calvinismo. Debido a que predicaba puntos de vistaque eran contrarios a las enseñanzas bautistas, cayó en desgracia con muchos miembros de ladenominación. Su reacción en contra del Calvinismo,
lo llevó a abrazar por un tiempo el Universalismo.
No obstante, después de intenso estudio, abandonó ese extremo. Más adelante, Smith escribió acerca de ese período de su vida:
Cuando yo tenía 24 años de edad, yo creía que habría un pueblo que ostentara un nombre diferente del de todas las denominaciones que

6 Ibíd. La idea de que «los elegidos» están predestinados a ser salvos niega el libre albedrío en los seres humanos. en ese momento había en este país; pero cómo se llamarían, no era algo que en ese momento pudiera decir. En la primavera de 1802, después de rechazar la doctrina del calvinismo y del universalismo, para escudriñar las Escrituras con el fin de encontrar la verdad, encontré el nombre con que se debe llamar a los seguidores de Cristo; que fue el nombre de cristianos (Hechos 11.26).

En 1802, Smith y varios más comenzaron a reunirse como «cristianos» solamente. Smith escribió: «Cuando éramos poco más de veinte, acordamos considerarnos una Iglesia de Cristo y acordamos considerarnos Cristianos, sin añadir ningún “nombre no escriturario”». Para 1804, esta congregación tenía 150 miembros, sin embargo Smith creía que él estaba solo en esta lucha por restaurar el cristianismo neotestamentario.

Desde 1808 hasta 1817, Smith publicó un periódico llamado Herald of Gospel Liberty (Heraldo de la libertad del evangelio). Afirmaba que era la publicación religiosa más antigua del mundo. Comenzó con 274suscriptores y cuando alcanzó su apogeo tuvo 1.500. Las dificultades financieras lo obligaron a ponerle fin a la publicación. Una aseveración de William Guiry, que apareció en el Herald of Gospel Liberty, el 18 de diciembre de 1808, parece resumir la postura del periódico y del editor de este:

Después de apartarnos [de las denominaciones],se determinaron tres asuntos sobre lo siguiente:
En primer lugar, ninguna otra cabeza sobre la iglesia, excepto Cristo. En segundo lugar,
Ninguna otra confesión de fe, ni artículos de fe, ni rúbricas, [ni cánones], ni credos, etc., excepto el Nuevo Testamento. En tercer lugar, ningún otro nombre religioso, excepto el de cristianos.

ABNER JONES (1772–1841)
Abner Jones fue contemporáneo de Elías Smith. Aunque no se conocieron el uno al otro, sino hasta1803, los dos trabajaron en aras de la restauración de la iglesia neotestamentaria.

Jones no fue religioso, sino hasta que tuvo veinteaños de edad. En la primavera de 1793, fue bautizado por Elisha Ransom y llegó a ser bautista. Poco después, Jones comenzó a estudiar y a predicar como bautista.
Su estudio pronto lo llevó a disidir del calvinismo de los bautistas, y estos lo rechazaron. A raíz de esto, nunca antes estuvo más resuelto a estudiar la Biblia y a predicar únicamente lo que ella enseña.

Jones trabajó como doctor desde 1797 hasta 1798,
y luego cerró su consultorio para predicar a tiempo completo. En 1801, en Lyndon, Vermont, organizó lo que llamó la primera «iglesia libre». Los miembros de esta rechazaron los nombres humanos, e insistían exclusivamente en la designación de «Cristianos».
En 1802, Jones organizó dos congregaciones en NewHampshire. A partir de ese momento, dedicó su vida a predicar y a establecer estas «iglesias libres»
en Nueva Inglaterra.

CONCLUSIÓN
Los dirigentes del movimiento de restauración determinaron acatar únicamente la doctrina de la Biblia y ser llamados únicamente por la designación bíblica de «cristianos». Muchos desafíos quedaban en pie delante de ellos cuando escudriñaban las Escrituras y trataban de separar las enseñanzas bíblicas de las doctrinas humanas que una vez enseñaron.

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