jueves, 4 de junio de 2009

SILAS

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SILAS
Las vidas de los primeros misioneros cristianos se pueden describir con muchas palabras, pero «aburrida» no es una de ellas. Hubo d铆as de gran emoci贸n, sobre todo cuando hombres y mujeres que nunca hab铆an o铆do hablar de Jes煤s respondieron al evangelio.

. Hubo viajes muy peligrosos por mar y tierra. Riesgos de salud y hambre eran parte de la rutina diaria. Hab铆a una resistencia abierta y hostil al cristianismo en muchas ciudades. ¡Silas fue uno de los primeros misioneros y se dio cuenta que servir a Jesucristo no es aburrido!
El nombre de Silas aparece en Hechos y termina de mencionarse luego del primer concilio de la iglesia por los problemas entre jud铆os y gentiles. La mayor铆a de los primeros cristianos eran jud铆os que creyeron que Jes煤s era el cumplimiento de las promesas de Dios del Antiguo Testamento a su pueblo; sin embargo, la aplicaci贸n universal de esas promesas se pasaron por alto. Muchos sintieron que ser jud铆os era un prerrequisito para ser cristianos. La idea de que Dios aceptara a los paganos gentiles era demasiado incre铆ble. Sin embargo, los gentiles comenzaron a aceptar a Cristo como Se帽or y la transformaci贸n de sus vidas y la presencia del Esp铆ritu de Dios confirm贸 las conversiones. Algunos jud铆os segu铆an renuentes e insist铆an en que los nuevos cristianos deb铆an adoptar varias de las costumbres jud铆as. El asunto se convirti贸 en un punto candente en la reuni贸n en Jerusal茅n, pero se resolvi贸 pac铆ficamente. Silas fue uno de los representantes de Jerusal茅n enviado con Pablo y Bernab茅 para llevar a Antioqu铆a una carta oficial de bienvenida y aceptaci贸n a los cristianos gentiles. Cumplida esta misi贸n, Silas regres贸 a Jerusal茅n. Sin embargo, luego de un breve lapso, volvi贸 a Antioqu铆a a solicitud de Pablo para que le acompa帽ara en su segundo viaje misionero.
Pablo, Silas y Timoteo empezaron un ministerio de largo alcance que incluy贸 algunas aventuras emocionantes. Pablo y Silas pasaron toda una noche cantando en una prisi贸n de Filipos luego de haber sido severamente golpeados. Un terremoto, la p茅rdida de sus cadenas y p谩nico resultante condujeron a la conversi贸n del carcelero. M谩s tarde, por poco reciben otra golpiza en Tesal贸nica, de no haber sido por una huida nocturna. En Berea les esperaban mayores problemas, pero Silas y Timoteo se quedaron ense帽ando a los creyentes j贸venes mientras Pablo viaj贸 a Atenas. El equipo se volvi贸 a reunir finalmente en Corinto. En cada lugar visitado dejaban un peque帽o grupo de cristianos.
Silas desaparece de la historia tan de repente como entr贸 en ella. Pedro lo menciona como colaborador de 1 Pedro, pero no sabemos d贸nde lo conoci贸. Fue un creyente eficiente antes de dejar Jerusal茅n y sin duda su ministerio continu贸 despu茅s de terminada su tarea con Pablo. Aprovech贸 las oportunidades para servir a Dios y no se desalent贸 con los reveses ni la oposici贸n que hall贸 en el camino. Silas, aunque no fue el m谩s famoso de los primeros misioneros, fue sin duda un h茅roe digno de imitar.
Virtudes y logros:
• Un l铆der en la iglesia de Jerusal茅n
• Represent贸 a la iglesia llevando la «carta de aceptaci贸n» que prepar贸 el concilio de Jerusal茅n para los creyentes gentiles en Antioqu铆a
• Se asoci贸 muy estrechamente con Pablo desde el segundo viaje misionero
• Cuando estuvo en prisi贸n con Pablo en Filipos, enton贸 canciones de alabanza a Dios
• Actu贸 como secretario de Pablo y Pedro
Lecciones de su vida:
• El compa帽erismo es parte importante del ministerio eficaz
• Dios nunca garantiza que sus siervos no sufrir谩n
• La obediencia a Dios a menudo significa renunciar a lo que nos de seguridad
Datos vitales:
• Lugar: Ciudadano romano que vivi贸 en Jerusal茅n
• Ocupaci贸n: Uno de los primeros misioneros
• Contempor谩neos: Pablo, Timoteo, Pedro, Marcos, Bernab茅
Vers铆culos clave:
«Nos ha parecido bien, habiendo llegado a un acuerdo, elegir varones y enviarlos a vosotros con nuestros amados Bernab茅 y Pablo, hombres que han expuesto su vida por el nombre de nuestro Se帽or Jesucristo. As铆 que enviamos a Judas y a Silas, los cuales tambi茅n de palabra os har谩n saber lo mismo» (Hechos 15.25–27).
La historia de Silas se narra en Hechos 15.22–19.10. Silas tambi茅n se menciona en 2 Corintios 1.19; 1 Tesalonicenses 1.1; 2 Tesalonicenses 1.1; 1 Pedro 5.12.




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