miércoles, 3 de junio de 2009

PRIMER AMOR

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PRIMER AMOR
EFESIOS 2:4-7 Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús.


En el transcurso de este tiempo, que me dedico estar en este Chat, eh conocido a diversos hermanos y amistades que les a encantado visitarnos, también a personas de diferentes denominaciones y creencias, tanto católicos como ateos, algunos no les gusta este lugar y ofenden con palabras altisonantes pero hay quienes les encanto este Chat, pero lo mas importante es cuando uno de ellos se intereso en conocer que es lo que hacemos en este lugar, la oración principal, la atención a los demás, la preocupación por ayudar a quienes solicitan asistencia y oración, encontramos a muchas personas que les encanto concurrir también llegando a hacer. Que después de un tiempo se convierten en miembros, moderadores, consultores o ayudas idóneas en el deseo de servir se llegan a mostrar tan serviciales y atentos que:
Esto se llama el primer amor a Dios con el corazón por que están deseosos de servir sin interés y colaborar en lo que Dios les mande o solicite esto me recuerda que.
Cuando Llegamos a ser cristianos mediante el don inmerecido de Dios, y uno llega a un templo evangélico y nos empezamos a relacionar con los miembros del lugar, los conocemos, disfrutamos sus atenciones y también su amistad, que nos envuelven con su atención especial, dándonos seguridad de ser un integrante mas, por lo que despierta en nosotros el deseo de servir con cariño, amor y benevolencia y no simplemente para agradarnos a nosotros mismos o acto de servicio a otros de nuestra parte ya sea desde lavar baños hasta ayudar a cargar productos varios, pero lo mas que nos pondría es dirigir un canto o tratar de hablar en publico.
Sin embargo, como gratitud por este regalo, buscamos servir y ayudar a otros. Si bien ninguna acción u «obra» nos puede ayudar para obtener la salvación, la intención de Dios es que nuestra salvación resulte en obras de servicio. No somos salvos solo para nuestro beneficio, sino para el de Él, para glorificarle y edificar la Iglesia.
En la Biblia encontramos diversos personajes que nos ponen el ejemplo de servir:

El espíritu de servicio de Rebeca se demostró de manera clara cuando rápidamente y de buena gana dio de beber a Eliezer y a sus camellos. Los baldes utilizados para sacar agua eran grandes y pesados. Un camello necesita mucha agua para satisfacer su sed (casi 100 litros por camello después de una semana de viaje). Eliezer comprendió que aquella era una mujer que iba más allá del deber. Tan pronto como el siervo de Abraham supo que su oración fue respondida, agradeció a Dios su bondad y guía. También Dios nos puede usar y guiar a nosotros, si es que estamos a su disposición como Eliezer. Y nuestra primera reacción deberá ser acción de gracias por habernos escogido para su servicio.

José llegó muy poco a poco a la cima, de las paredes de la prisión al palacio de Faraón. Su entrenamiento para esta importante posición incluyó ser esclavo primero y luego prisionero. En cada ocasión aprendió la importancia de servir a Dios y a los demás. Cualesquiera que sean sus circunstancias, por indeseable que sean, considérelas parte de su programa de entrenamiento para un futuro servicio a Dios.

¿Por qué Aarón y sus hijos necesitaron ser purificados y separados? Aun cuando todos los hombres de la tribu de Leví estaban dedicados al servicio de Dios, sólo los descendientes de Aarón podían ser sacerdotes. Sólo ellos tenían el honor y la responsabilidad de realizar los sacrificios. Estos sacerdotes tenían que purificarse y dedicarse a sí mismos antes de que pudieran ayudar al pueblo a hacer lo mismo.

Sansón tenía que ser un nazareo. Nazareo era la persona que mediante un voto se apartaba para el servicio a Dios. Los padres de Sansón hicieron el voto por él. A veces, el nazareato era temporal, pero en el caso de Sansón era para toda la vida. Como nazareo, Sansón no podía cortarse el pelo, tocar ningún cadáver ni beber nada que tuviera alcohol.

La bendición de Dios no trae consigo éxito, fama ni favor automáticos. Pero hubo alguien que no buscaba todo eso solo servir, su nombre María, era joven, pobre y mujer, características que para la gente de su tiempo la convertía en incapaz de que Dios la usara en tareas importantes. Pero Dios escogió a María para uno de los actos más grandes de obediencia que jamás haya demandado de alguien. El honor de ser la madre del Mesías, le produciría mucho dolor: sus parientes se burlarían de ella; su prometido estaría a punto de dejarla; rechazarían y matarían a su hijo. Pero a través de su Hijo vendría la única esperanza del mundo y por eso a María la alabarían todas las generaciones porque halló «gracia delante de Dios». Su sumisión condujo a nuestra salvación. Si su bendición le acarrea tristezas, piense en María y espere con paciencia que Dios acabe el plan en el que trabaja.

A pesar de que Simeón y Ana eran muy ancianos, tenían la esperanza de que vieran al Mesías. Guiados por el Espíritu Santo, fueron los primeros en testificar de Jesús. En la cultura judía, los ancianos eran muy respetados y las profecías de Simeón y Ana tenían un peso mayor debido a la edad avanzada. Nuestra sociedad, sin embargo, valora más la juventud que la sabiduría y las contribuciones potenciales que provengan de mayores ni se toman en cuenta. Como cristianos, debiéramos invertir dichos valores cuando sea posible. Estimule a los ancianos para que trasmitan su sabiduría y experiencia. Escuche atentamente cuando hablen. Ofrézcales su amistad y ayuda para encontrar vías a fin de que continúen el servicio a Dios.

Para nosotros es fácil servir a Cristo por razones equivocadas: porque es emocionante, retribuyente o provee riqueza personal. Sin un fundamento apropiado, sin embargo, hallaremos que es fácil abandonar durante los tiempos de dificultad. Todos los creyentes necesitan un fundamento sólido para su servicio, porque el servicio cristiano no se hace más fácil a medida que envejecemos, y no será más fácil cuando se acerque aun más el tiempo del retorno de Cristo. Nosotros tendremos pruebas y retos para superar una de ellas es: La soberbia destruye a los individuos al igual que a las naciones. Nos hace pensar que podemos cuidarnos sin la ayuda de Dios. Aun servir a Dios y a los demás nos puede conducir a la soberbia. Haga un inventario de su vida y servicio a Dios, pídale que le señale y quite cualquier soberbia que quizás tenga. La ingratitud es una falla humana común. Por ejemplo, ¿cuándo fue la última vez que dio las gracias a sus padres por cuidar de usted? ¿Y a su pastor por el servicio que presta a la iglesia? ¿Y a los maestros de sus hijos por ocuparse de cada una de las actividades del día? ¿Y a su Padre celestial por la forma en que lo dirige? Muchas de las bendiciones que disfrutamos son el resultado de gestos de amor que se hicieron hace mucho. Busque las acciones ocultas que puedan haberle sido de bendición, y dé gracias por los que con su amor han hecho que el mundo fuera mejor. El Espíritu Santo nos da el poder para amar; Él vive en nuestro corazón y nos hace más semejantes a Cristo. El amor de Dios siempre implica una elección y una acción, y nuestro amor debe ser como el de Él. ¿De qué forma reflejan su amor a Dios las decisiones que toma y las acciones que realiza? Pero comience agradeciendo a Dios por todas sus bendiciones ese es el principio del amor y gratitud de lo que no merecemos.


LA PAZ DE DIOS.



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