miércoles, 3 de junio de 2009

Lección 13—Discernimiento

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Lección 13—Discernimiento de espíritus, diversos
generos de lenguas e interpretación de lenguas

¡Hemos llegado, al fin, a las tres últimas manifestaciones del Espíritu, según 1 Corintios 12! Esperamos que haya sido de provecho y estímulo el seguimiento hecho hasta aquí, y que eso lo motive a continuar avanzando, en busca de «los dones mejores».

En la lección 10 mostramos lo difícil que es clasificar exactamente estas nueve manifestaciones. Suponiendo que sea correcta la clasificación ad hoc que hicimos en la sección «Para estar mejor informados» de esa lección, los propósitos de las manifestaciones en esta tienen que ver con un ministerio más efectivo en relación con las necesidades de la gente («discernimiento de espíritus») y un culto de adoración a Dios más efectivo («diversos géneros de lenguas»; «interpretación de lenguas»).
Si tiene la más mínima experiencia de tratar con gente, sobre todo a personas que han estado afiliadas al ocultismo, sabe que hay otros espíritus aparte de Dios. Sabiendo que a veces es difícil identificar el origen del mal, Dios ha provisto la manifestación del don de «discernimiento de espíritus», para ayudarnos a «ver» el trasfondo de su reino.
Parece ser que, de todas las manifestaciones, los dones de «diversos géneros de lenguas» e «interpretación de lenguas» eran los que producían más confusión en Corinto. Quizás hayan sido, incluso, los más controversiales en la congregación. Estos dos mil años apenas han cambiado las cosas, lo cual es lamentable porque, como lo ha observado Jack W. Hayford, la práctica sensible y escritural de estos dones ofrece el potencial para llevar a cabo una gran obra. Internémonos en nuestro último estudio para ver completamente a qué se refieren estas tres manifestaciones.
DISCERNIMIENTO DE ESPÍRITUS
El término griego traducido como «discernimiento» (diakrisis) es análogo al verbo interpretado como «juzguen» en 1 Corintios 14.29. Se relaciona con el acto de diferenciar o juzgar acertadamente los «espíritus». No hay acuerdo entre los eruditos respecto a lo que Pablo quiere decir por «espíritus». La interpretación más común es que se refiere a los diversos espíritus del inmenso reino espiritual. Por lo tanto, el «discernimiento de espíritus» tiene que ver con juzgar correctamente lo que es del Espíritu de Dios y lo que proviene de otros espíritus. Es un recurso divino para ayudarnos a cumplir el mandato de 1 Juan 4.1: «Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios».
DEFINAMOS LOS ESPÍRITUS
Lea los siguientes pasajes y observe qué considera la Biblia como «seres espirituales».
Marcos 1.27
Juan 4.24
Romanos 8.16
Efesios 2.2
Hebreos 1.13, 14
¿POR QUÉ ESTE DON?
Según 2 Corintios 11.12–15, ¿por qué la Iglesia necesita el don de discernimiento de espíritus? Diga una razón.
De acuerdo con 2 Tesalonicenses 2.9, 10, ¿cómo se transforma Satanás con la intención de engañar? Mencione una manera.
Conforme a Mateo 24.3, 11, ¿cuál es una de las razones por las que Jesús considera que necesitamos esta manifestación?
¿Cuál es una de las formas en que puede operar este don, para ayudar a juzgar las palabras proféticas? (1 Co 14.29)
Obviamente, hay una vasta diferencia entre Dios y Satanás, los ángeles y los demonios. No vivimos en un vacío espiritual, por lo tanto, necesitamos discernimiento para conocer el origen de determinadas manifestaciones. Los seres humanos pueden ser llenos del Espíritu de Dios o pueden ser endemoniados. Más aún, los «síntomas» a veces pueden confundir, como observamos cuando hicimos referencia al ministerio de Judith MacNutt en el ejemplo inicial. (¿Cuántas veces ha presenciado el desacuerdo entre dos creyentes respecto a la fuente de opresión en la vida de una persona? «¡Es la carne!» «¡No, son los demonios!») La cuestión del mal no es sencilla. Para dar mayor seguridad a los creyentes, y para que seamos capaces de reconocer el origen y el valor de lo que ocurre en el ámbito espiritual, el Espíritu Santo nos da esta manifestación.
Como esto de los «espíritus» es un tanto ambiguo, la manifestación puede requerir cierto grado de sensibilidad para con el carácter o la situación del espíritu humano mismo. Lea los siguientes pasajes, y anote algunas de las condiciones en las que puede encontrarse el espíritu del ser humano.
Proverbios 18.14
Isaías 57.15
El «discernimiento de espíritus es la habilidad para distinguir el espíritu del mundo, y especialmente para descubrir el verdadero motivo o razones que animan a la gente».
En un manuscrito inédito, Jack W. Hayford ha escrito: «En el ejercicio del don de discernimiento, lo que nos ocupa es la percepción de lo invisible, o sea, la habilidad para “diferenciar entre” lo humano y lo infernal (la carne y el diablo) y, a menudo, la habilidad para determinar la fuente o la raíz de un problema que tiene su origen en el reino espiritual».
JESÚS Y EL DISCERNIMIENTO DE ESPÍRITUS
En términos de frecuencia, el milagro número uno de Jesús que se registra es el exorcismo. Esto se debía a su tremenda sensibilidad frente al mundo de lo invisible.
Lea cuidadosamente Marcos 1.21–28.
¿Qué hizo el hombre en la sinagoga? (vv. 23, 24)
¿A qué se atribuye su compórtamiento? (v. 23)
¿Cómo reaccionó Jesús? (v. 25)
¿Cómo respondió el demonio? (v. 26)
¿Qué efecto tuvo esto sobre la gente? (v. 27)
Según Marcos 2.6–8, ¿cómo operaba aparentemente y en determinadas ocasiones en la vida de Jesús, el don de «discernimiento de espíritus»?
Lea Lucas 13.10–17. Aunque no se atribuye directamente a esta manifestación, ¿cuál es la valiosa percepción que quizás produjo la acción de este don en relación a la causa de la enfermedad de la mujer? (vv. 11, 16)
«DIVERSOS GÉNEROS DE LENGUAS» Y
LA «INTERPRETACIÓN DE LENGUAS»
Aunque el don de lenguas (del griego, glossa) tiene valor en sí mismo, sea o no interpretado (véase más adelante), estos dos dones son virtualmente gemelos. Por lo tanto, los vamos a analizar juntos, y luego consideraremos por separado la peculiaridad del don de lenguas.
No podemos saber con certeza si Pablo consideraba la manifestación de «diversos géneros de lenguas» como lenguas humanas reales o «lenguas[…] angélicas», a las que se hace referencia en 1 Corintios 13.1. El uso de lenguas conocidas habladas en forma sobrenatural es lo que sin lugar a dudas ocurrió en Hechos 2.4–13, donde Lucas usa el término glossa al describir el fenómeno de Pentecostés. «Diversos géneros de lenguas» es el don de hablar de forma sobrenatural en un idioma no conocido por el individuo. El plural alude a diferentes formas que posiblemente armonizan las lenguas vivas que se conocen de Hechos 2.4–6, y los sonidos ininteligibles de Corintios, especialmente dirigidos a orar y cantar en el Espíritu, fundamentalmente en la alabanza personal (14.14–19)». En ciertos sentidos, esta distinción no viene al caso; lo que Pablo quiere destacar es que lo que se dice es desconocido tanto para el que habla como para el que escucha y requiere el don paralelo de la interpretación de lenguas para beneficiar a la asamblea reunida.
Igual que con la manifestación de la profecía (véase lección 12), las de los «diversos géneros de lenguas» y de la «interpretación de lenguas» abarcan un espacio considerable en 1 Corintios 14. La intención de Pablo es ofrecer una detallada explicación e imponer orden en la cuestión de las lenguas, porque aparentemente estaban fuera de control en Corinto. Examinemos el capítulo, por consiguiente, para ver qué podemos aprender.
¿A quién están dirigidas las lenguas? (v. 2)
¿Qué expresa uno cuando habla en lenguas? (v. 2)
«Misterios» probablemente tiene aquí un sentido especial, propio del Nuevo Testamento, de sonidos que no son entendidos ní por quien habla ni por quien escucha. Estos misterios le son expresados a Dios; la persona está en comunión íntima con Él mediante la oración o la adoración, según la voluntad de Dios, valiéndose para ello de un lenguaje sobrenatural inspirado por el Espíritu Santo (cf. v. 15).
¿Quién es el principal beneficiado de la manifestación de lenguas? (v. 4)
¿Cuál es el anhelo de Pablo respecto a los creyentes y el hablar en lenguas? (v. 5)
Cuando se interpretan «diversos géneros de lenguas», ¿cuál es el efecto sobre la congregación? (v. 5)
Jack Hayford ha observado que, según 1 Corintios 14.5, una «lengua» interpretada tiene el mismo valor y propósito que la palabra profética. Tal vez se deba a esta verdad el que tantas lenguas que son interpretadas están dirigidas a la Iglesia, en tanto las lenguas «privadas» o «devocionales» se dirigen sólo a Dios.
Puesto que una lengua que no se interpreta no beneficia a los oyentes (cf. 12.7), ¿cuál es la exhortación de Pablo en el versículo 13?
La interpretación de lenguas puede ser dada por una persona distinta al que habla en lenguas (12.11), pero el que habla en lenguas debe sentirse responsable de que sea interpretado. Aunque la palabra griega para «interpretación» (hermeneia) puede significar «traducción», también significa «expresar en palabras». Aquí, entonces, es probable que aluda a darle forma verbal al contenido de la lengua, en palabras que la congregación pueda entender, a diferencia de ofrecer una traducción literal.
Según el versículo 14, ¿qué encierra el «orar en lengua desconocida»?
Consciente del valor de esta manifestación, ¿cuál es la decisión de Pablo? (v. 15)
En base al versículo 16, ¿cuáles otros propósitos tiene esta manifestación?
En relación a los incrédulos presentes en las reuniones de la congregación, ¿qué podría ocurrir si el don de lenguas no se ejerce ordenadamente? (vv. 22, 23)
Según el versículo 27, ¿cuál es una forma de ordenar la manifestación de lenguas?
No está claro si «sea esto por dos, o a lo más tres» se refiere al número máximo de veces que se ha de expresar esta manifestación en una reunión dada, o al máximo que debe permitirse antes de que haya interpretación. (Véase la sección «1 Corintios 14» en la lección 12, en relación a las normas de Pablo en cuanto a esto.) A favor de la primera interpretación está la frase «a lo más» de Pablo, limitación que no aparece cuando instruye acerca del control que debe ejercerse en relación con la manifestación profética. De todos modos, la expresión «por turno» abarca la idea esencial que quiere comunicar: «Hágase todo para edificación» (v. 26).
Según el versículo 28, si no se está seguro de que uno mismo o alguna otra persona que está presente será usado para interpretar, ¿qué se debe hacer?
De acuerdo con el versículo 28, ¿significa esto que uno no debería orar «calladamente» en lenguas estando reunida la congregación?
LA PECULIARIDAD DE LAS LENGUAS
Quizás haya advertido algunas características de las lenguas que difieren de los aspectos generales de las manifestaciones de 1 Corintios 12. 1) «El que habla en lengua extraña, a sí mismo se edifica» (1 Co 14.4) contrasta con 12.7: «A cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho [de todos]». El «provecho [de todos]» viene solamente con el don paralelo de interpretación (14.5). 2) «Quisiera que todos vosotros hablaseis en lenguas» (14.5) y «Oraré con el espíritu» (14.15) aparecen en contraste con 12.11: «Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como El quiere». En base a estas pruebas, parece quedar claro que el don de lenguas es de dos tipos: la manifestación grupal de 1 Corintios 12.10 que está sometida al ordenamiento de 12.11 y 14.1–33; y un don para la oración y la adoración personal privada. Este último don puede ejercerse en cualquier momento, incluso grupalmente sin interpretación, siempre que la persona hable en voz baja y privadamente «para sí mismo y para Dios» (14.28). Este último uso es sin duda el propósito principal de las lenguas (14.14–18), porque «en la iglesia prefiero hablar cinco palabras con mi entendimiento, para enseñar también a otros, que diez mil palabras en lengua desconocida» (14.19).
FE VIVA
¿Cuál es su reacción hacia la manifestación de «diversos géneros de lenguas»? Si está de acuerdo con ella y la practica, ya sea privada y/o grupalmente, ¿cuál es su actitud hacia los que no lo hacen? ¿Y hacia aquellos que incluso lo desprecian y/o no sienten que este don sea para hoy? Si no está seguro de que este don deba manifestarse actualmente, ¿en qué medida está dispuesto a reconsiderar las evidencias bíblicas? ¿Podría ocurrir que se estuviera dejando gobernar más por la «tradición» que por la Biblia? Reflexione sobre estos asuntos en oración, prestando gran atención a su actitud y a cualquier dimensión de crecimiento que Dios quiera proporcionar a su vida.
CONCLUSIÓN
Esperamos que esta haya sido una travesía provechosa, o como deberíamos decir, el comienzo de un peregrinaje. La vida llena del Espíritu, incluido el crecimiento del fruto del Espíritu y sus manifestaciones, es una ocupación diaria y continua, tal como nos lo recuerda Pablo en Efesios 5.18. Aunque en su experiencia y en su teología la plenitud del Espíritu pueda tener un momento definido de comenzar, es de esperar que no tenga nunca un punto de terminación hasta que lleguemos al cielo. Es nuestro anhelo que pueda buscar el rostro de Dios con diligente y ferviente oración para desarrollar la actitud y la disponibilidad apropiadas para ser la sal y la luz que Jesús necesita que seamos en este mundo sufriente y dominado por el pecado. Que la meta de su vida sea la ambición de obedecer 1 Corintios 14.1: «Seguid el amor; y procurad los dones espirituales».

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