sábado, 6 de junio de 2009

La Predicación Expositiva

0



La Predicación Expositiva

A la luz de la anterior reflexión BIBLICO-TEOLÓGICA, sobre el primer punto del pasaje de Ro 5:8, ahora llegamos al segundo paso.

El Padre Celestial dio a su Hijo para que muriera por nosotros.
Naturalmente que hubiera sido algo maravilloso si solamente hubiera dado a su Hijo para que naciera por nosotros.



Vino dejando su Trono de Gloria en el Cielo a la Tierra, tomó nuestra naturaleza sobre sí, vivió nuestra vida humana sobre la tierra y experimentó todos nuestros sufrimientos.

Fue admirable que haya dado a su Hijo para esa ofrenda, pero aún es más prodigioso que diera a su Hijo para que muriese por nosotros.

¿Por qué es eso? Porque su muerte no sólo fue una muerte física. El significado de la Cruz no se encuentra sólo en los clavos que taladraron sus manos y pies, sino contiene un significado espiritual.

Estaba llevando nuestro pecado, nuestra culpabilidad y nuestro juicio.

Creo que en estos momentos sería bueno ver un poco atrás, a los primeros capítulos de Romanos, para que podamos aplicar:

EL SIGNIFICADO DE LA MUERTE DE SU AMADO HIJO
En el capítulo 3, vemos que Cristo murió en un Sacrificio Propiciatorio. Nosotros como predicadores del evangelio de la Gracia Salvadora, necesitamos subrayar esto y, además, precisar las maravillas de la muerte de Cristo.

Pero aún así todavía no terminamos. Hay un tercer paso que es el siguiente:

LA GRANDEZA DEL AMOR DE DIOS
Dios nos entregó a su Hijo Unigénito para que muriera por nosotros. Ahora bien, recordemos que un joven le dará regalos muy costosos a una señorita porque piensa que ella es extraordinaria y merece todos sus regalos, pero nosotros no somos extraordinarios, no merecemos el Don de Dios.
DIO A SU HIJO POR NOSOTROS QUE NO MERECEMOS NADA
Creo que este es el momento en que debemos ver el versículo 7 "Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno", y es esencial incluir eso, porque el versículo 8 empieza con la palabra "más"; así establece un contraste con el versículo 7. Este dice que los seres humanos no morirán por una persona pecadora.

Es difícil pensar que alguien muriera por un justo; es un poco más difícil pensar que se moriría por alguien que es bueno. La palabra griega que traduce "bueno" parece que nos habla de "calor", el calor de bondad. La justicia puede ser algo frío y sin atractivo; pero la gente buena no se menciona en estos términos; son personas de calidad y atractivas. Algunas veces los humanos mueren por personas buenas, pero nosotros ni éramos justos ni buenos.

Pero ¿cómo se nos describe? En el versículo 8, se nos hace ver que somos pecadores y esto quiere decir que hemos caído de la Gracia de Dios. Al final del versículo 6, nos dice que somos impíos claro que sabemos que es una palabra distinta en español; pero la palabra griega significa literalmente "sin Dios".

Se refiere a personas que han desterrado a Dios de sus vidas. Son egoístas, se centran es sí mismos, en lugar de estar centrados en Dios. El versículo 10 nos describe a nosotros mismos con una tercera palabra: se nos dice aquí que somos enemigos de Dios. No sólo vivimos sin Dios, sino que tenemos hostilidad para con Dios.

En el versículo 6, se nos dice que somos débiles. ¡Qué cuadro tan tremendo el de la humanidad perdida! Nos hemos quedado cortos como pecadores: hemos arrancado a Dios de nuestras vidas, nos hemos revelado en contra de Él y estamos débiles, desamparados. ¿Cómo puede hacer Dios algo con gente como ésta? No merecemos nada de la mano de Dios, sino el JUICIO. Pero gente como esta, es a la que Dios dio a su HIJO AMADO.

Entonces aquí tenemos los tres pasos por los cuales Dios ha probado su amor para con nosotros: dio a su AMADO HIJO UNIGÉNITO por nosotros; dio a su Hijo para que muriera por nosotros, pecadores e indignos.

Podríamos resumirlo de esta manera: Él dio todo para nosotros que no somos nada, que no valemos nada. Entonces aquí tenemos una sugerencia de cómo pueden exponer el cuerpo del sermón.

El tema dominante es:

CÓMO PRUEBA DIOS SU AMOR
Paso a paso hemos estado repasando cómo prueba Dios su amor. Así que, hemos expuesto el reconocimiento del estado en que nos hallamos de pecadores cuando estamos separados de Cristo (v. 8) y hemos de recibir el amor de Dios expresado en la muerte de Cristo y ofrecido por medio del Espíritu Santo (v. 5). "Y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado".

Armando Águila Basurto
1993 - 1

No Response to "La Predicación Expositiva"