s谩bado, 6 de junio de 2009

ESTER

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ESTER
Atesoramos seguridad, aun cuando sabemos que la seguridad en esta vida no tiene garant铆as. Las posesiones las podemos perder, la belleza desaparece, las relaciones se pueden romper, la muerte es inevitable. La verdadera seguridad, entonces, debe encontrarse m谩s all谩 de esta vida.

S贸lo cuando nuestra seguridad descansa en Dios y en su inalterable naturaleza podremos enfrentarnos los desaf铆os que la vida sin duda nos traer谩.
La belleza de Ester y su car谩cter ganaron el coraz贸n del rey Asuero y la hizo su reina. Aun en esa posici贸n de privilegio, sin embargo, arriesgar铆a su vida al intentar ver al rey cuando no hab铆a sido requerida su presencia. No hab铆a garant铆a de que siquiera el rey aceptara verla. Aunque era reina, todav铆a no estaba segura. Pero, con precauci贸n y con valor, decidi贸 arriesgar su vida al acercarse al rey en nombre de su pueblo.
Traz贸 sus planes con cuidado. Les pidi贸 a los jud铆os que ayunaran y oraran con ella antes de ir a ver al rey. Luego, en el d铆a escogido fue ante 茅l, y el rey le pidi贸 que se acercara y hablara. Pero en lugar de emitir su petici贸n directamente, lo invit贸 a 茅l y a Am谩n a un banquete. Asuero fue lo suficientemente astuto como para darse cuenta de que ella ten铆a algo en mente. Sin embargo, ella sugiri贸 la importancia del asunto al insistir que asistieran a un segundo banquete.
Mientras tanto, Dios estaba trabajando detr谩s del escenario. Hizo que una noche, ya tarde, Asuero leyera los registros hist贸ricos del reino y descubriera que Mardoqueo hab铆a salvado su vida con anterioridad. No perdi贸 tiempo en honrar a Mardoqueo por ese hecho. Durante el segundo banquete, Ester le cont贸 al rey acerca del complot de Am谩n en contra de los jud铆os, y Am谩n fue condenado. Hay una justicia inflexible en la muerte de Am谩n en la misma horca que este hab铆a construido para Mardoqueo, y no deja de llamar la atenci贸n que el d铆a en el cual los jud铆os iban a ser muertos llegara a ser el d铆a cuando los enemigos murieron. El riesgo que corri贸 Ester confirm贸 que Dios era la fuente de su seguridad.
¿Cu谩nta de su seguridad yace en sus posesiones, posici贸n o reputaci贸n? Dios no lo ha colocado en su posici贸n presente para su propio beneficio. Lo coloc贸 ah铆 para que lo sirva. Como en el caso de Ester, puede que esto involucre arriesgar su seguridad. ¿Est谩 dispuesto a permitir que Dios sea su seguridad m谩xima?
Puntos fuertes y logros:
• Su belleza y su car谩cter ganaron el coraz贸n del rey de Persia
• Combin贸 valor con un buen planeamiento
• Estuvo abierta al consejo y dispuesta a actuar
• Estaba m谩s preocupada por los dem谩s que por su propia seguridad
Lecciones de su vida:
• Servir a Dios a menudo demanda que arriesguemos nuestra propia seguridad
• Dios tiene un prop贸sito para las situaciones en las que nos coloca
• El valor, si bien es a menudo vital, no reemplaza a la planeaci贸n cuidadosa
Datos generales:
• D贸nde: Imperio persa
• Ocupaci贸n: Esposa de Asuero, reina de Persia
• Familiares: Primo: Mardoqueo. Esposo: Asuero. Padre: Abihail
Vers铆culo clave:
«Ve y re煤ne a todos los jud铆os que se hallan en Susa, y ayunad por m铆, y no com谩is ni beb谩is en tres d铆as, noche y d铆a; yo tambi茅n con mis doncellas ayunar茅 igualmente, y entonces entrar茅 a ver al rey, aunque no sea conforme a la ley; y si perezco, que perezca» (Ester 4.16).
La historia de Ester se narra en el libro de Ester.

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